Una mujer austríaca ha conseguido que el Estado le pague un fármaco de nombre Intrinsa. Según informó hoy la agencia austríaca APA, se trata de una decisión tomada por el Tribunal Regional de lo Civil de Graz el pasado 2 de diciembre, y que ya es vinculante.
La demandante, una mujer de 47 años, logró probar que sufría una perturbación psíquica, que debía verse como una enfermedad necesitada de tratamiento, a raíz de que le habían sido retirados en sendas operaciones sus dos ovarios.
Debido a que se le encontraron quistes, que luego resultaron ser benignos, el primer ovario le fue retirado a los 14 años, y el segundo, a los 41.
Según la abogada de la paciente, las consecuencias de estas operaciones fueron una suspensión de la producción de hormonas, aumento de peso, mareos, cansancio y la pérdida del apetito sexual, todo lo cual repercutió en una seria depresión.
Tras varias terapias hormonales sin éxito, la mujer sintió que recuperaba su vitalidad gracias a la "Intrinsa", un parche con testosterona que debería tener en las mujeres un efecto similar al "Viagra" en los hombres.
En Austria, las farmacias deben encargar ese medicamento a Alemania, a un coste de entre 35 a 40 euros por paquete. Cada paquete tiene ocho parches, y los parches deben cambiarse cada tres o cuatro días.
La aseguradora estatal de los funcionarios públicos, había rechazado cubrir los costes con el argumento de que se trataba de "un medicamento de estilo de vida".
Pero el Tribunal consideró que tras la completa extirpación de los ovarios, la mujer sufrió "un síndrome postraumático con reacción depresiva y de sintomática de miedo, con pérdida de libido", un diagnóstico que justifica el uso del citado medicamento para restablecer la salud de la paciente.
Por ello, la aseguradora está ahora obligada a cubrir los gastos de esta terapia, tras lo cual la abogada de la demandante ha asumido ya dos casos nuevos similares, en los que otras mujeres piden asimismo el pago del estimulante sexual.
Fuente: Informador
La demandante, una mujer de 47 años, logró probar que sufría una perturbación psíquica, que debía verse como una enfermedad necesitada de tratamiento, a raíz de que le habían sido retirados en sendas operaciones sus dos ovarios.
Debido a que se le encontraron quistes, que luego resultaron ser benignos, el primer ovario le fue retirado a los 14 años, y el segundo, a los 41.
Según la abogada de la paciente, las consecuencias de estas operaciones fueron una suspensión de la producción de hormonas, aumento de peso, mareos, cansancio y la pérdida del apetito sexual, todo lo cual repercutió en una seria depresión.
Tras varias terapias hormonales sin éxito, la mujer sintió que recuperaba su vitalidad gracias a la "Intrinsa", un parche con testosterona que debería tener en las mujeres un efecto similar al "Viagra" en los hombres.
En Austria, las farmacias deben encargar ese medicamento a Alemania, a un coste de entre 35 a 40 euros por paquete. Cada paquete tiene ocho parches, y los parches deben cambiarse cada tres o cuatro días.
La aseguradora estatal de los funcionarios públicos, había rechazado cubrir los costes con el argumento de que se trataba de "un medicamento de estilo de vida".
Pero el Tribunal consideró que tras la completa extirpación de los ovarios, la mujer sufrió "un síndrome postraumático con reacción depresiva y de sintomática de miedo, con pérdida de libido", un diagnóstico que justifica el uso del citado medicamento para restablecer la salud de la paciente.
Por ello, la aseguradora está ahora obligada a cubrir los gastos de esta terapia, tras lo cual la abogada de la demandante ha asumido ya dos casos nuevos similares, en los que otras mujeres piden asimismo el pago del estimulante sexual.
Fuente: Informador
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