La profunda crisis eléctrica de Venezuela podría lastrar su economía durante años y evaporar las promesas gubernamentales de crecimiento, acentuando la caída de las exportaciones de combustibles y prolongando el racionamiento de luz que vive el país socio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Desde finales del 2009, los apagones han ido creciendo debido a una prolongada sequía que está vaciando los embalses, responsables del 70% de la generación de energía en el país, mientras el plan anunciado por el Gobierno de Hugo Chávez ha sido insuficiente para reducir drásticamente la demanda.
El mandatario decretó a principios de febrero la emergencia nacional eléctrica y ordenó a industrias, comercios y grandes consumidores residenciales rebajar en un 20% su consumo bajo amenaza de suspenderles el suministro.
El racionamiento implementado desde enero ya afecta a algunas regiones hasta 14 horas semanales, y pese a que se había planificado hasta mayo, cuando típicamente comienzan las lluvias, podría empeorarse en el segundo trimestre si estas son insuficientes para restituir el nivel de los embalses.
El optimismo de las autoridades, que todavía mantienen la meta de crecimiento en un 0.5% este año, contrasta con la opinión de analistas y bancos, que ahora prevén una contracción económica después de que el Producto Interno Bruto (PIB) del 2009 cayera un 3.3%.
Uno de los mayores bancos locales podría revisar su previsión desde una contracción de un 2% a 3%, dijo una fuente de la entidad.
Barclays y Citigroup prevén una caída económica de un 1.7%, mientras UBS estima una contracción del 2.1%.
Algunos analistas incluso creen que la crisis se podría prolongar en el 2011, ya que las represas podrían tardar un año en recuperarse y funcionar a plena capacidad.
Mientras, todos vigilan el gigantesco embalse Guri, el mayor del país, que el miércoles se ubicaba a poco más de 13 metros de la llamada "zona de colapso", donde no habrá suficiente agua para mover las turbinas.
Este nivel, que podría alcanzarse en junio si no llegan las lluvias, reduciría en un 40% el suministro actual.
"Todo el sistema eléctrico pende de un hilo", dijo Patrick Esteruelas, analista de Eurasia Group. "Una temporada fuerte de lluvia podría traer una normalidad temporal, pero los mismos problemas regresarían el próximo año e incluso peores".
Pese a que Chávez achaca el problema al fenómeno climatológico El Niño, sus críticos aseguran que la escasa inversión en el sector durante sus 11 años en el poder -en los que ha incorporado 4,623 megavatios de generación- ha sido el factor desencadenante de la difícil situación.
El racionamiento de agua y luz, que podría ampliarse, unido al costo económico de la crisis eléctrica, están mellando la popularidad del líder socialista meses antes de unas cruciales elecciones legislativas en las que su partido podría perder la mayoría que mantiene desde el 2005 en la Asamblea Nacional.
El plan de emergencia del Gobierno pasa por instalar 4,000 megavatios (mw) de generación termoeléctrica este año, con un costo de 4,000 millones de dólares en plantas y otros miles de millones de dólares en diesel y fuel oil para alimentarlas.
Venezuela negocia la compra de plantas con General Electric, Siemens y Hyundai Heavy, así como empresas de países aliados como China y Cuba.
Fuentes de empresas fabricantes de turbinas en Estados Unidos dijeron a Reuters que Venezuela tendrá que pagar una prima adicional para obtener un número récord de plantas en tan corto plazo, pues usualmente su entrega demora un año.
El ministerio para la Energía Eléctrica estima que pagará entre 1 y 1.2 millones de dólares por megavatio de capacidad, mientras que plantas similares se venden en Estados Unidos a un precio de entre 700,000 y 800,000 dólares por megavatio si son encargadas con anticipación, puntualizaron las fuentes.
"Ellos le comprarán a cualquiera que pase por su puerta ofreciendo una planta", aseguró Russell Dallen de Caracas Capital Markets. "Están en modo de pánico".
La capacidad instalada de generación suma 23,600 mw, bastante por encima de la demanda, pero alrededor de un cuarto no está disponible por problemas de mantenimiento en las plantas y cuellos de botella en transmisión y distribución.
Venezuela, que obtiene del petróleo el 94% de sus ingresos en dólares, ha reconocido que para hacer funcionar las nuevas plantas tendrá que utilizar barriles de fuel oil y diesel destinados a la exportación, lo que golpeará las finanzas de la petrolera estatal PDVSA.
Mientras un barril de diesel se vende actualmente a unos 90 dólares en los mercados internacionales, el precio en el mercado doméstico es inferior a 2 dólares, lo cual ni siquiera cubre los costos de producción.
El problema eléctrico también está impactando en otras industrias, como la siderúrgica y petroquímica, mientras la petrolera deberá hacer multimillonarios desembolsos para garantizar su autoabastecimiento de energía.
"Va a tener un gran impacto en las compañías e industrias que usan mucha energía", dijo Pável Gómez, profesor del Instituto de Estudios Superiores en Administración en Caracas.
Las tarifas eléctricas acumulan más de siete años de congelación. En Caracas, los clientes residenciales pagan menos de 3 centavos de dólar por kilovatio hora (KWh) al mes, alrededor de un cuarto de lo que se paga en Estados Unidos.
"La electricidad era tan barata que muchas industrias fueron diseñadas para utilizarla en gran cantidad", agregó el analista.
Fuente: CNNExpansion
Desde finales del 2009, los apagones han ido creciendo debido a una prolongada sequía que está vaciando los embalses, responsables del 70% de la generación de energía en el país, mientras el plan anunciado por el Gobierno de Hugo Chávez ha sido insuficiente para reducir drásticamente la demanda.
El mandatario decretó a principios de febrero la emergencia nacional eléctrica y ordenó a industrias, comercios y grandes consumidores residenciales rebajar en un 20% su consumo bajo amenaza de suspenderles el suministro.
El racionamiento implementado desde enero ya afecta a algunas regiones hasta 14 horas semanales, y pese a que se había planificado hasta mayo, cuando típicamente comienzan las lluvias, podría empeorarse en el segundo trimestre si estas son insuficientes para restituir el nivel de los embalses.
El optimismo de las autoridades, que todavía mantienen la meta de crecimiento en un 0.5% este año, contrasta con la opinión de analistas y bancos, que ahora prevén una contracción económica después de que el Producto Interno Bruto (PIB) del 2009 cayera un 3.3%.
Uno de los mayores bancos locales podría revisar su previsión desde una contracción de un 2% a 3%, dijo una fuente de la entidad.
Barclays y Citigroup prevén una caída económica de un 1.7%, mientras UBS estima una contracción del 2.1%.
Algunos analistas incluso creen que la crisis se podría prolongar en el 2011, ya que las represas podrían tardar un año en recuperarse y funcionar a plena capacidad.
Mientras, todos vigilan el gigantesco embalse Guri, el mayor del país, que el miércoles se ubicaba a poco más de 13 metros de la llamada "zona de colapso", donde no habrá suficiente agua para mover las turbinas.
Este nivel, que podría alcanzarse en junio si no llegan las lluvias, reduciría en un 40% el suministro actual.
"Todo el sistema eléctrico pende de un hilo", dijo Patrick Esteruelas, analista de Eurasia Group. "Una temporada fuerte de lluvia podría traer una normalidad temporal, pero los mismos problemas regresarían el próximo año e incluso peores".
Pese a que Chávez achaca el problema al fenómeno climatológico El Niño, sus críticos aseguran que la escasa inversión en el sector durante sus 11 años en el poder -en los que ha incorporado 4,623 megavatios de generación- ha sido el factor desencadenante de la difícil situación.
El racionamiento de agua y luz, que podría ampliarse, unido al costo económico de la crisis eléctrica, están mellando la popularidad del líder socialista meses antes de unas cruciales elecciones legislativas en las que su partido podría perder la mayoría que mantiene desde el 2005 en la Asamblea Nacional.
El plan de emergencia del Gobierno pasa por instalar 4,000 megavatios (mw) de generación termoeléctrica este año, con un costo de 4,000 millones de dólares en plantas y otros miles de millones de dólares en diesel y fuel oil para alimentarlas.
Venezuela negocia la compra de plantas con General Electric, Siemens y Hyundai Heavy, así como empresas de países aliados como China y Cuba.
Fuentes de empresas fabricantes de turbinas en Estados Unidos dijeron a Reuters que Venezuela tendrá que pagar una prima adicional para obtener un número récord de plantas en tan corto plazo, pues usualmente su entrega demora un año.
El ministerio para la Energía Eléctrica estima que pagará entre 1 y 1.2 millones de dólares por megavatio de capacidad, mientras que plantas similares se venden en Estados Unidos a un precio de entre 700,000 y 800,000 dólares por megavatio si son encargadas con anticipación, puntualizaron las fuentes.
"Ellos le comprarán a cualquiera que pase por su puerta ofreciendo una planta", aseguró Russell Dallen de Caracas Capital Markets. "Están en modo de pánico".
La capacidad instalada de generación suma 23,600 mw, bastante por encima de la demanda, pero alrededor de un cuarto no está disponible por problemas de mantenimiento en las plantas y cuellos de botella en transmisión y distribución.
Venezuela, que obtiene del petróleo el 94% de sus ingresos en dólares, ha reconocido que para hacer funcionar las nuevas plantas tendrá que utilizar barriles de fuel oil y diesel destinados a la exportación, lo que golpeará las finanzas de la petrolera estatal PDVSA.
Mientras un barril de diesel se vende actualmente a unos 90 dólares en los mercados internacionales, el precio en el mercado doméstico es inferior a 2 dólares, lo cual ni siquiera cubre los costos de producción.
El problema eléctrico también está impactando en otras industrias, como la siderúrgica y petroquímica, mientras la petrolera deberá hacer multimillonarios desembolsos para garantizar su autoabastecimiento de energía.
"Va a tener un gran impacto en las compañías e industrias que usan mucha energía", dijo Pável Gómez, profesor del Instituto de Estudios Superiores en Administración en Caracas.
Las tarifas eléctricas acumulan más de siete años de congelación. En Caracas, los clientes residenciales pagan menos de 3 centavos de dólar por kilovatio hora (KWh) al mes, alrededor de un cuarto de lo que se paga en Estados Unidos.
"La electricidad era tan barata que muchas industrias fueron diseñadas para utilizarla en gran cantidad", agregó el analista.
Fuente: CNNExpansion
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