El Gobierno italiano negó hoy que el primer ministro, Silvio Berlusconi, ofreciera un pacto de "no beligerancia" al Vaticano, como había asegurado la prensa italiana.
En un comunicado, la jefatura del Gobierno aseguró que Berlusconi no ha llamado en estos días al secretario de Estado Vaticano, Tarcisio Bertone, para ofrecerle un acuerdo de ese tipo.
"La Repubblica" publicó hoy un artículo en el que manifestaba que Berlusconi habló con Bertone, así como con el cardenal Camillo Ruini, sobre la polémica surgida a finales de agosto por los ataques del diario "il Giornale", propiedad de su familia, contra el director del periódico de los obispos "Avvenire", Dino Boffo, y que llevaron a su dimisión.
Asimismo, según "La Repubblica" durante la conversación también se abarcaron las informaciones publicadas esta semana, que apuntaban a que altos cargos vaticanos estaban detrás de las acusaciones vertidas sobre Boffo, que finalmente llevaron a su dimisión.
"La Repubblica" señaló que el acuerdo propuesto por Berlusconi se basaría precisamente en que "Italia guarda silencio sobre las presuntas tramas (sobre el caso Boffo) a cambio de que se ponga fin a los juicios morales" sobre su vida privada por parte de la Iglesia.
El pacto tendría el objetivo de restablecer "una correcta" relación entre la Iglesia y el Ejecutivo, tras el distanciamiento iniciado este verano a raíz de dicho caso.
A este respecto, la nota remitida por la jefatura del Gobierno tachó de "grotesco" el "oír hablar todavía hoy de un pacto de no beligerancia".
A finales de agosto el diario "Il Giornale" aseguró en un editorial que Boffo se vio implicado en un caso de acoso a la mujer de un hombre con el que supuestamente mantenía una relación.
El pasado 3 de febrero se abrió un nuevo episodio de este caso después de que "La Repubblica" publicara que el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, y el director del "L'Osservatore Romano", Gianmaria Vian, estaban detrás de esas acusaciones, al parecer falsas, que llevaron a la dimisión de Boffo.
El rotativo aseguró entonces que Boffo fue víctima de un "conjura doble" por parte de la Santa Sede y de Berlusconi y señaló que fue utilizado como el chivo expiatorio por parte del cardenal Bertone para "ajustar cuentas" con un episcopado italiano "demasiado autónomo".
Fuente: EFE
En un comunicado, la jefatura del Gobierno aseguró que Berlusconi no ha llamado en estos días al secretario de Estado Vaticano, Tarcisio Bertone, para ofrecerle un acuerdo de ese tipo.
"La Repubblica" publicó hoy un artículo en el que manifestaba que Berlusconi habló con Bertone, así como con el cardenal Camillo Ruini, sobre la polémica surgida a finales de agosto por los ataques del diario "il Giornale", propiedad de su familia, contra el director del periódico de los obispos "Avvenire", Dino Boffo, y que llevaron a su dimisión.
Asimismo, según "La Repubblica" durante la conversación también se abarcaron las informaciones publicadas esta semana, que apuntaban a que altos cargos vaticanos estaban detrás de las acusaciones vertidas sobre Boffo, que finalmente llevaron a su dimisión.
"La Repubblica" señaló que el acuerdo propuesto por Berlusconi se basaría precisamente en que "Italia guarda silencio sobre las presuntas tramas (sobre el caso Boffo) a cambio de que se ponga fin a los juicios morales" sobre su vida privada por parte de la Iglesia.
El pacto tendría el objetivo de restablecer "una correcta" relación entre la Iglesia y el Ejecutivo, tras el distanciamiento iniciado este verano a raíz de dicho caso.
A este respecto, la nota remitida por la jefatura del Gobierno tachó de "grotesco" el "oír hablar todavía hoy de un pacto de no beligerancia".
A finales de agosto el diario "Il Giornale" aseguró en un editorial que Boffo se vio implicado en un caso de acoso a la mujer de un hombre con el que supuestamente mantenía una relación.
El pasado 3 de febrero se abrió un nuevo episodio de este caso después de que "La Repubblica" publicara que el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, y el director del "L'Osservatore Romano", Gianmaria Vian, estaban detrás de esas acusaciones, al parecer falsas, que llevaron a la dimisión de Boffo.
El rotativo aseguró entonces que Boffo fue víctima de un "conjura doble" por parte de la Santa Sede y de Berlusconi y señaló que fue utilizado como el chivo expiatorio por parte del cardenal Bertone para "ajustar cuentas" con un episcopado italiano "demasiado autónomo".
Fuente: EFE
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